Ingrid: la paracaidista que erró el blanco.

Una gran indignación produjo la expresión utilizada por la candidata presidencial Ingrid Betancourt, en su intervención del 15 de febrero de 2022, durante un foro realizado en la Universidad Sergio Arboleda (Alma mater del actual presidente de Colombia)

El bilingüismo resultó ser más que una piedra en el zapato para esta candidata que utilizó “hacerse violar y hacerse agredir” para referirse a violencias hacia las mujeres, en una traducción literal del idioma francés.

Para quienes creen que se escucha horrible en español, debo decir que es igualmente horrible decirlo en francés, así esto sea corriente. Frente a esto existe una reflexión profunda desde los colectivos feministas franceses y de quienes hemos sufrido este tipo de violencias, para dejar de poner la culpa dónde no es, en el cuerpo de las víctimas y no en la consciencia colectiva de un país que tiene bajos índices de denuncia, y altos índices de impunidad en el castigo de este tipo de delitos.

Betancourt no prepara sus intervenciones, poco queda por decir sobre su absurda participación en una emisión televisada pronunciándose sobre las “presuntas maquinarias” utilizadas por sus contendores; sino que tampoco parece estar enterada de las discusiones sobre los problemas de fondo de la sociedad colombiana, que van más allá de su lectura de la corrupción como fuente absoluta de todos los vicios.  

Esta paracaidista se presenta abiertamente como una víctima, aunque esta condicion no se ponga en duda. Sin embargo, utilizar esta situación como único capital político es difícil de tragar, además de no ser suficiente para cubrir todo el debate en torno a la elección presidencial. En lugar de construir propuestas a partir de su significativa experiencia y en ese sentido llegar a representar el sentir de otras víctimas del conflicto, de la violencia sexual, su condición se vuelve paisaje y carta de presentación de cada evento.

Resulta problemático criticarla por su flagrante falta de preparación, porque esto también remite a la legitimidad que tendrían otras candidatas (a las demás corporaciones) quienes están en plena campaña. Lo que parece más indignante es que las mujeres debamos abstenernos de comentar sobre figuras que no nos representan, quienes crean un imaginario de mediocridad, mala gestión y falta de competencia de las mujeres en política.

Con índices de representatividad menores al 30% para cargos de elección popular, es importante hacer una crítica a los liderazgos femeninos. Si bien existen candidaturas serias a la presidencial y al congreso; también es cierto que desafortunadamente no son mayoría.

En un país que carece de garantías electorales reflejadas en la imposibilidad de auditar los siete softwares contratados por la Registraduría Nacional, aumenta el riesgo de ataques externos y la alteración de los resultados electorales. Esto aunado a un sistema de compra de votos ya denunciado y probado en varias zonas del país; y a la captación de los organismos de control por el ejecutivo y por los clanes políticos regionales; prueba que la democracia colombiana está en auténtico riesgo.

La fragilidad de la democracia aumenta con la presentación de candidatos poco preparados para los cargos a los que aspiran, reforzada por una involución en materia de valores, de legitimidad y sobre todo de representación política.

La multiplicidad de candidat@s variopintos a la elección presidencial muestra que cualquiera con poder y dinero puede pretender a un cargo de tal responsabilidad. En un estado centralista en el que el ejecutivo copta las demás ramas del poder público, ahora parece recurrente la falta de control institucional, acompañado de la reinante impunidad.

Esos factores afectan la participación pues el abstencionismo termina a la postre por generar mayor descontento al ser gobernados por minorías lejanas, sordas e incapaces de leer las realidades que afrontan los colombianos. Realidades tan distintas y particulares como la colcha de retazos que es nuestro territorio nacional.

En las listas de candidat@os a la presidencia y al congreso se cuentan por decenas perfiles que ya han probado responder a intereses propios o a los de sus financiadores de campaña. Se presentan porque las practicas corruptas les permiten reelegirse, pero también porque en Colombia hay una gravísima falta de formación cívica, política y de veedurías ciudadanas.

La candidatura de Ingrid Betancourt no será más que el reflejo de la falta de seriedad de una clase política privilegiada que viene gobernando un país que a duras penas conoce. Con seguridad el mapa mental que tenía la candidata durante su aspiración presidencial en 2002 se ajustaba más a la realidad del momento. Pero el secuestro le robó años de comprensión de las dinámicas propias del país, de la política local y nacional, circunstancias agravadas por una distancia real, producto de sus prolongadas estancias en Francia y Estados Unidos.

No por estar lejos se sufre de desinformación, pero otra cosa es pretender llegar al cargo más importante de elección popular con tantos vacíos estructurales. No valen los diplomas en Ciencia Política, ni los años como congresista, ni haber recorrido el país hace más de 15 años, pues no està en carrera para escribir un libro de historia.

Sin duda es relevante conocer ese pasado oscuro y doloroso, pero las transformaciones sociales y políticas de un país en ebullición como Colombia, no pueden seguir siendo tomadas a la ligera ni por los candidat@s, ni por les votantes. De lo contrario estaríamos confirmando que lo nuestro es un suicidio colectivo.  

PARALELO FRANCES

Cinco mujeres se presentan a la presidencial francesa. Tres pertenecen a partidos o movimientos de izquierda, una porta los colores de un partido de derecha zanjado por escándalos mayúsculos de corrupción y por una tendencia confirmada a la apropiación de los argumentos de la extrema derecha, de donde proviene la quinta candidata.

La ausencia de programas presidenciales claros, la falta de preparación en los temas a debatir, también es común en la campaña presidencial francesa.

Con menos candidaturas en lo global, ningún candidato es lo suficientemente fuerte para obtener más de 30% de intención de voto según el ultimo sondeo IFOP del 15 de febrero de 2022. En cuanto a las candidaturas femeninas: Marine LE PEN representante de la extrema derecha llega con 17.5%, la derecha de Valérie PECRESSE con 14,5%, y las identificadas à la izquierda del espectro político: Christiane TAUBIRA con 3%, Anne HIDALGO con 2% y Nathalie ARTAUD con 0.5%, siquiera llegan al 10% todas reunidas.

Según las “Cifras claves de la igualdad 2021” en Francia las mujeres representan solo el 38.5% de los miembros de Asamblea y Senado. La representación política de las mujeres en Francia también está lejos de la reivindicación a través de sus propuestas para resolver problemas sociales y económicos, incluyendo la variable género que ha brillado tradicionalmente por su ausencia.

Lejos de querer tomarse el poder para marcar una diferencia en la manera de gobernar, las candidaturas femeninas con mayor intención de voto le apuestan sin complejos a discursos nacionalistas y totalitarios como la mejor opción para el país. En esa cruzada las acompaña un excéntrico panelista de programas televisivos, revisionista de la historia mundial y varias veces condenado por incitación al odio racial.

Visiblemente las candidaturas femeninas están desprovistas de la fuerza que se requiere para vencer a un electorado apático y carente de memoria histórica. Las numerosas candidaturas femeninas demuestran sin embargo un avance en cuanto a la participación, pero dejan dudas sobre el tipo de política que buscarían implementar y si estas se ajustarían a la diversidad que ellas mismas representan.  

Sin embargo, las tres candidaturas de izquierda confirman la imposibilidad de trabajar en conjunto cuando se sigue siendo minoría en política, en esa lucha inequitativa por el poder y por las causas que afectan sistemáticamente a las mujeres, en su lucha por la igualdad.

Publié par Mi vida en cuatro tiempos

Escribo para responder a la necesidad creativa de compartir reflexiones, aventuras y algunas historias personales. J'écris pour exprimer plein d'idées ou de réflexions qu’occupent ma tête quotidiennement. Ce Blog contient aussi quelques histoires personnelles.

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